La concejala de Turismo del Ayuntamiento de Guadix, Ana Martínez Romero, ha acompañado este viernes 6 de marzo a la artista Paz Zea Roldán en el acto de inauguración de la nueva exposición temporal instalada en el Centro de Interpretación Cuevas de Guadix. Se trata de “Dieciocho Poemas Tilineados y un Relato Hilvanado”, una propuesta hecha en tilines (retales de tela trabajados con arte) que podrá visitarse hasta el próximo 28 de marzo.
La muestra comienza en vísperas del Día Internacional de la Mujer que se celebra el 8 de marzo finaliza el día en que se celebra mundialmente la Hora del Planeta. Temáticas, ambas, que también recoge esta muestra, a través de un homenaje a las mujeres y siendo además una llamada de atención sobre el reciclado de materiales en desuso, como retales o «tilines» de prendas viejas, con las que la artista crea cada obra.
La concejala de Turismo, Ana Martínez Romero, ha destacado la originalidad y laboriosidad de los trabajos expuestos hechos desde el cariño, que quieren ser un homenaje a las mujeres tejedoras, y ha invitado a la ciudadanía a que visite esta muestra tan original de una artista que expone en nuestra ciudad por segundo año consecutivo.
La muestra la componen una serie de obras hechas en tilines que incluyen pequeños poemas de que hacen referencia a los temas tratados y donde se plantea como una historia que debe de leerse desde la primera pieza hasta la última. Tal y como explica la autora la exposición “haciendo un guiño a la poesía, a sus creadores y lectores, he querido unir hilos con palabras, telas con adjetivos, colores con sentimientos. Las palabras tejedora y escritora tienen mucho en común, más de lo que yo podía imaginar. Estas obras son un recorrido por varias generaciones. Un homenaje a las mujeres tejedoras; en especial, a mi madre; y un soplo de esperanza para los que acaban de llegar. Aquí, ahora, en este tejido, voy al encuentro de mi madre. «La palabra «tilines» me la trae a ella, con su cuerpo enjuto, sentada en la silla de anea en la puerta de casa. Allí remendaba los pantalones y les cambiaba el cuello a las camisas. «Toma, niña, estos tilines», decía mientras alargaba su mano con aquellos trocitos de tela. Aquella mujer era mi abuela; aquella niña era yo. Aquellos trozos de tela son ahora mis creaciones”.